Todavía no sé leer, pero me encantan los cuentos. Disfruto de las historias que tú sí puedes leerme, mientras me fijo en los colores, los dibujos y las letras. No me importa que me leas el mismo cuento una y mil veces, incluso hay alguno muy especial que casi me aprendo de memoria. Yo paso las páginas, pregunto un montón de cosas y aprendo muchas más.

Es increíble poder descifrar los textos que hasta hace muy poco eran para mí como jeroglíficos sin sentido. En mayúsculas ya leo muy bien y me atrevo con la letra ligada. Yo leo, pero tú me acompañas y me ayudas cuando me equivoco. No te preocupes si me atasco o me cuesta entender lo que leo, es normal y muy pronto lo tendré controlado.

Aventuras, princesas, animales,… incluso cuentos de fútbol, quiero leerlos todos. Leo con fluidez y entiendo todo. Ya no necesito que me acompañes en la lectura, pero sí que me animes a convertirla en un placer para toda mi vida. Dame tu ejemplo, visitemos juntos la biblioteca, pon cuantos libros puedas en mis manos y descubriré todo lo que pueden ofrecerme.